Es cuando un producto tiene un ciclo de vida programado o planificado y, el fabricante o productor podría saber el momento que el producto llega a su fin siendo este inútil e inservible. En el mundo de hoy, existen un gran número de casos de productos con obsolescencia programada, las empresas tecnológicas suelen hacer productos accesibles sacrificando calidad en materiales, lo cual hace que estos productos tengan un tiempo de vida menor y en muchos casos con un tiempo de vida determinado.

Otra de las razones para aplicar este concepto es el de innovación constante en sus productos. Debido a una mayor competencia, las empresas están obligadas a innovar cada año, por lo que para que el cliente adquiera el nuevo modelo el que tiene debe encontrarse obsoleto, esto pasa con cambios de compatibilidad entre dispositivos antiguos y nuevos. Se sacrifica la compatibilidad por la innovación.

También ocurre en el caso de software, cuando antes del relanzamiento del nuevo modelo te piden actualizar el software de tu dispositivo y este comienza a presentar problemas que nunca antes había tenido. En el 2016, Italia fue el primer país en multar este tipo de malas prácticas a dos de los principales fabricantes de smartphones del mundo.

Ejemplo

El día que Apple lanzó el nuevo iPhone 7, se reportó un gran incremento de quejas de usuarios con problemas con sus iPhone 4, 5 y 5S debido a la última actualización de IOS semanas previas al lanzamiento.